La crisis financiera mundial por la propagación del coronavirus marca un nuevo piso, pese a las medidas monetarias expansivas de la Reserva Federal de los Estados Unidos.

Este lunes, las bolsas internacionales tienen una nueva jornada negra con caídas que llegan al 7,88% en España, al 5,31% en Alemania y al 5,75% en Francia. En tanto, Wall Street abría con una baja superior al 12% que obligaba a un "circuit breaker", es decir, a una suspensión de sus operaciones.

Lo mismo sucedió en Brasil, que anota la cuarta rueda de parate de emergencia bursátil desde que estalló la debacle, con una merma que este lunes superó el 13%. El pánico se trasladó al mercado cambiario, donde la moneda se vuelve a devaluar y roza los 5 reales por dólar.

La gran sorpresa es la magnitud del derrumbe a pesar de la abrupta baja de tasas de la Fed, que pasó del rango de 1%-1,25% a 0%-0,25%, algo que no se veía desde la crisis del 2008. A su vez, la máxima autoridad monetaria prometió inyectar liquidez por 700.000 millones de dólares.

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"Powell hizo el movimiento equivocado en el momento equivocado y los mercados volvieron al pánico. La brusca baja de tasas hizo creer al mercado que la situación es peor a lo que se creía y confirma un escenario de recesión", opinó el analista Francisco Uriburu.

Por su parte, Juan Ignacio Paolicchi de la consultora Eco Go, sostiene que "a diferencia de la crisis del 2008, el mercado se da cuenta que no es la Fed quien tiene que actuar sino los gobiernos".

"La Fed no puede hacer más que proveer liquidez al mercado de crédito. La baja de tasa de interés no permite consumir más. El tema más importante pasa por la política fiscal y la incertidumbre de cuánto va a durar el virus", agregó.

En este contexto, los commodities sufren un golpe impactante, con la plata cayendo 14%, el cobre un 6% y el petróleo un 12,5% para llevar el Brent a apenas 29 dólares por barril.